Cuando el cobrador se
acercó para revisar mi billete en un tranvía en
Buffalo, NY, le di un tratado titulado "Dónde está
el infierno" que, en
parte, decía:
Un joven, mientras distribuía tratados, se encontró con
algunos de sus
antiguos compañeros, quienes se burlaron de él mientras
hablaba del
Señor Jesucristo y del camino de salvación que Dios
ofrece. Uno de ellos
dijo, "¿Me puedes decir dónde está el
infierno?" Después de una breve
pausa, el joven respondió, "Sí, al final de una
vida sin Cristo".
El cobrador se rió y me contestó, "Siempre me da
uno de estos papeles;
supongo que piensa que soy un tipo malvado. Pero en
realidad soy muy
buena persona".
Alcé mi Biblia. "¿Ves este Libro?" le
pregunté. "Me dice: 'Engañoso es
el corazón más que todas las cosas, y perverso'
(Jeremías 17:9). Eso se
refiere tanto a tu corazón como al mío. No suena tan
bien, ¿verdad?"
"Ah", dijo él, "tengo mucho tiempo para
pensar en estas cosas; todavía
soy joven".
Poco se imaginó que "esta noche vienen a pedirte tu
alma" (Lucas 12:20).
Al bajar del autobús, le dije, "Recuerda: El tiempo
vuela. No tienes que
ir a una tumba sin Cristo y al infierno. Cristo murió
por los impíos".
Este joven había sido cobrador durante tan sólo seis u
ocho semanas. A
menudo le había dado un tratado y había hablado con
él.
El próximo día por la mañana, subí al mismo tranvía.
Me encontré con un
nuevo cobrador. Me dijo que el cobrador con el que había
hablado el día
anterior había pensado tomarse la tarde libre, pero
saltando de un
tranvía a otro, se había resbalado, y fue atropellado
por el tranvía y
herido. En pocas horas murió. Me sentí muy mal,
pensando que había ido a
la tumba sin Cristo.
Más tarde ese día, me dijeron que había aceptado al
Salvador y quería
que yo supiera que no se iba a la tumba sin Cristo. Fui a
su casa.
Mientras observé la cara del joven muerto, pensé,
"¡Qué advertencia más
horrenda para cualquiera que piense que el tiempo
sobra!"
Recuerde cuán breve es la vida (Salmo 89:47),
"después de esto el
juicio" (Hebreos 9:27). Dios en su amor y
misericordia dio tiempo a este
joven pero ¡el tiempo voló!
¡Puede que este sea el último mensaje que Dios tenga
para usted! "He
aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día
de salvación" (2
Corintios 6:2). ¿Está confiando en que "el hacer
lo mejor que puede" le
salvará? Escuche: "El que confía en su propio
corazón es necio"
(Proverbios 28:26). "El hombre que reprendido
endurece la cerviz, de
repente será quebrantado, y no habrá para él
medicina" (Proverbios
29:1). ¿Por qué vivir en temor a la tumba? Jesucristo
resucitó
triunfante sobre la tumba. ¿No vendrá a Él ahora?
¡Puede que mañana sea
demasiado tarde!
"El que en él cree, no es condenado; pero el que no
cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios"
(Juan 3:18).
- Un incidente en la vida de la Hermana Abigail
(traducido por E.W.)
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