San Pedro ocupó un lugar importante en la Iglesia primitiva. Dos libros
en las Sagradas Escrituras fueron escritos por él, y además, en el libro de los Hechos
de los Apóstoles tenemos documentados varios de sus sermones. Un estudio de los dichos de
San Pedro nos conduce a comprender cuál era su actitud hacia la Iglesia y sus
enseñanzas. ¿Cómo respondería San Pedro a unas preguntas que se le hicieran en una de
las típicas "ruedas de prensa" que hay hoy en día? Para saber la respuesta,
hemos formulado varias preguntas de interés tanto para Católico Romanos como para los
creyentes evangélicos, en esta edad de ecumenismo, y las hemos dirigido a San Pedro. Sus
respuestas son tomadas de sus propios sermones y escritos tal como los tenemos en las
Sagradas Escrituras. Solamente empleamos las versiones aprobada por la Iglesia Católica
Romana, como son la Nácar Colunga y la Biblia de Jerusalén, para dar las respuesta de
Pedro. 1. San Pedro, ¿puede decirnos sencillamente cómo podemos ser salvados de nuestros pecados? "Tened vuestra esperanza completamente puesta en la gracia que os ha traído la revelación de Jesucristo." (1 Pedro 1:13) "De éste todos los profetas dan testimonio de que todo el que cree en él alcanza, por su nombre, el perdón de los pecados." (Hechos de los Apóstoles 10:43) 2. ¿Los que han confiado en el Señor Jesucristo para el perdón de sus pecados, tienen que anticipar al purgatorio cuando mueran? "Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos reengendró a una viva esperanza por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, que os está reservada en los cielos, a los que por el poder de Dios habéis sido guardados mediante la fe para la salvación que está dispuesta a manifestarse en el tiempo último. Por lo cual os exultáis" (1 Pedro 1:3-6). 3. Pero San Pedro, ¿no es verdad que el creyente tiene un residuo de pecados por los cuales tendrá que hacer restitución a Dios mediante la penitencia? "Cristo padeció por vosotros...Llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que, muertos al pecado, viviéramos para la justicia, y por sus heridas habéis sido curados." (1 Pedro 2:21 y 24) 4. San Pedro, ¿es posible que podemos comprar o merecer la gracia de alguna manera? "Considerando que habéis sido rescatados de vuestro vano vivir según la tradición de vuestros padres, no con plata y oro, corruptibles, sino con la sangre preciosa de Cristo, como cordero sin defecto ni mancha" (1 Pedro 1:18-19). "Díjole Pedro: Sea ese tu dinero para perdición tuya, pues has creído que con dinero se podía comprar el don de Dios. No tienes en esto parte ni heredad, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad y ruega al Señor que te perdone este mal pensamiento de tu corazón" (Hechos de los Apóstoles 8:20-22). 5. Entonces, San Pedro, ¿debemos deducir que usted estaría en contra de la venta de indulgencias? "Como hubo en el pueblo profetas falsos, así habrá falsos doctores, que introducirán sectas perniciosas, llegando hasta negar al Señor, que los rescató, y atraerán a sí una pronta destrucción...Llevados de la avaricia, harán de vosotros mercadería con palabras mentirosas" (2 Pedro 2:1, 3). 6. ¿Cuál es su opinión de la regeneración bautismal, San Pedro? ¿Somos introducidos en la familia de Dios mediante un sacramento de bautismo? ¿Es esto cómo nacemos de nuevo? "Habéis sido reengendrados de un germen no corruptible, sino incorruptible, por medio de la Palabra de Dios viva y permanente." (1 Pedro 1:23) 7. Entonces, ¿cuál es el significado del bautismo? "No quitando la suciedad de la carne, sino demandando a Dios una buena conciencia" (1 Pedro 3:21). "¿Podrá, acaso, alguno negar el agua del bautismo a éstos, que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?" (Hechos de los Apóstoles 10:47) 8. ¿Cree usted que finalmente todos los hombres serán salvos? "Los cielos y la tierra presentes, por esa misma Palabra, están reservados para el fuego y guardados hasta el día del Juicio y de la destrucción de los impíos." (2 Pedro 3:7) 9. ¿Qué de los que viven en la luz que tienen, San Pedro? ¿Es esto suficiente o tienen ellos también que depositar su confianza en el Señor Jesucristo? "Ahora reconozco que no hay en Dios acepción de personas, sino que en toda nación que teme a Dios y practica la justicia le es acepto. El ha enviado su palabra a los hijos de Israel, anunciándoles la paz por Jesucristo, que es el Señor de todos...Y nos ordenó predicar al pueblo y atestiguar que por Dios ha sido constituido juez de vivos y muertos. De El dan testimonio todos los profetas, que dicen que por su nombre cuantos creen en El recibirán el perdón de los pecados." (Hechos de los Apóstoles 10:34-36 y 42-43) 10. San Pedro, ¿crees que un cristiano debe guardar todas las ordenanzas y las tradiciones que surgen aun alrededor de la fe verdadera? "¿Por qué, pues, ahora tentáis a Dios queriendo poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar? Nosotros creemos más bien que nos salvamos por la gracia del Señor Jesús" (Hechos de los Apóstoles 15:10-11). 11. ¿Es verdad, San Pedro, que el Señor está airado con los pecadores? "No retrasa el Señor la promesa, como algunos creen; es que pacientemente os aguarda, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan a penitencia." (2 Pedro 3:9) 12. ¿Debemos orar al Padre, o a la madre del Señor? "Ruega al Señor" (Hechos de los Apóstoles 8:22). 13. ¿Quién es que nos lleva a Dios, San Pedro? "Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios." (1 Pedro 3:18) 14. San Pedro, ¿Cree que debemos dar gran prominencia a las Sagradas Escrituras cuando hablamos a los hombres acerca de Dios? "La palabra del Señor permanece para siempre. Y esta palabra es la que os ha sido anunciada." (1 Pedro 1:25) 15. San Pedro, ¿Usted se consideraba alguna vez más alto o importante que los demás líderes de la Iglesia? "A los presbíteros que hay entre vosotros los exhorto yo, copresbítero" (1 Pedro 5:1). 16. San Pedro, ¿Qué dirías en respuesta, entonces, a la enseñanza que dice que eres la roca sobre la cual la Iglesia está fundada y edificada? "Sea manifiesto a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel que...Jesucristo Nazareno, a quien vosotros habéis crucificado, a quien Dios resucitó de los muertos...es la piedra rechazada por vosotros los constructores, que ha venido a ser piedra angular." (Hechos de los Apóstoles 4:10-11) "Bueno es el Señor. A El habéis de allegaros, como a piedra viva rechazada por los hombres, pero por Dios escogida, preciosa. Vosotros, como piedras vivas, sois edificados como casa espiritual" (1 Pedro 2:3-5). 17. ¿Es Jesucristo mismo el verdadero Pontífice Soberano? Si es así, ¿cómo recompensará Él a los fieles líderes en la Iglesia, San Pedro? "Al aparecer el Pastor soberano, recibiréis la corona inmarcesible de la gloria." (1 Pedro 5:4) 18. San Pedro, ¿apoyas la enseñanza que dice que debe haber en la Iglesia un sacerdocio separado y distinto de los demás cristianos? "Vosotros, como piedras vivas, sois edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por Jesucristo." (1 Pedro 2:5) 19. Si nosotros reconocemos que cada verdadero creyente es un sacerdote, entonces, ¿cuál es la función sacerdotal del creyente? "Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz" (1 Pedro 2:9). 20. Pero, San Pedro, seguro que solamente un sacerdote ordenado puede hablar correctamente de la Palabra de Dios o ministrar en cosas santas. "Que cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido, como buenos administradores de las diversas gracias de Dios. Si alguno habla, sean palabras de Dios; si alguno presta un servicio, hágalo en virtud del poder recibido de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos." (1 Pedro 4:10-11) 21. San Pedro, ¿cuál debe ser nuestro concepto correcto del Señor Jesucristo ahora que Él haya ascendido a Dios? ¿Debemos pensar todavía en Él como fijado en un crucifijo, o como un niño en los brazos de Su madre? "Jesucristo, que, habiendo ido al cielo, está a la diestra de Dios, y le están sometidos los Ángeles, las Dominaciones y las Potestades." (1 Pedro 3:22) 22. ¿Es posible que Cristo esté presente en la eucaristía? "Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus santos profetas." (Hechos de los Apóstoles 3:21) 23. ¿Está la Iglesia sujeta a los gobiernos humanos, San Pedro? "Sed sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: sea al rey, como soberano, sea a los gobernantes, como enviados por él para castigo de los que obran el mal y alabanza de los que obran el bien. Pues esta es la voluntad de Dios:...Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al rey." (1 Pedro 2:13-15 y 17) 24. Volviendo a la cuestión más importante, San Pedro, ¿cómo puedo ser salvo? "Todo el que invoque el nombre del Señor se salvará." (Hechos de los Apóstoles 2:21) 25. ¿Quieres decir que es tan sencillo como esto, San Pedro? ¿No necesito algún otro mediador o intercesor? "En ningún otro hay salvación, pues ningún otro nombre nos ha sido dado bajo el cielo, entre los hombres, por el cual podamos ser salvos." (Hechos de los Apóstoles 4:12) 26. ¿Tienes algo más que añadir, San Pedro? "Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados" (Hechos de los Apóstoles 3:19). Sí, es tan sencillo como esto. Ahora mismo puedes arrepentirte, creer el evangelio y nacer de nuevo. ¡Invoca el nombre del Señor, no de santos ni vírgenes! Ante el Señor Jesucristo, quien vive para siempre en el poder de una vida indestructible, reconoce que eres un pecador merecedor del infierno. Da la razón a Dios, porque ya la tiene. Confía en Cristo, que Él murió por ti, para pagar por tus pecados, y Él vive ahora a la diestra de Dios, y desea ser tu Salvador personal y salvarte de la pena de tus pecados, y de los mismos pecados. Hazlo ahora, porque Dios dice en Su Palabra: "hoy, si oyereis su voz, no endurezcáis vuestro corazón". |